Comiendo un helado (Sheila Quintero)

Era viernes por la tarde y no sabía qué hacer. Me vestí con lo primero que pillé en el ropero, cogí mi bolso con las llaves de mi casa y me fui caminando hasta el centro comercial. No estaba muy lejos de mi casa por lo que no pude tardar más de 10 minutos.

Aquello estaba abarrotado. Sonreí, me gustaba cuando el hambiente estaba así. Mucha gente dando una vuleta con sus amigos, haciendo compras, con sus novios o simplemente mirando qué había por ahí, como yo.

Me acerqué a la heladería y me puse a la cola. No había mucha gente allí, tres personas delante mía. Sonreí, no tendría que esperar mucho.

Un helado de chocolate-dije.No esperaba a nadie,asi que me pedí el helado de una bola,cuando me acompaña alguien siempre lo pido de dos,nose por que lo hago,ya es costumbre.Cuando el heladero me lo dió le page rapidamente,no quería hacer esperar a los que estaban detrás de mi,cogí mi helado y me sente en la mesa de la esquina

La chica que estaba delante mía se pidió un helado de chocolate d euna bola y salió corriendo a sentarse. La miré extrañada, ¿tendría prisa? Me encogí de hombros y miré al chico que estaba allí para atender a la gente.

-Buenas tardes-le dije amable-¿Me pones un cucuricho de dos bolas de dulce de leche, por favor?-dije mirándolo a los ojos.

Mientras me servía saqué mi cartera y cogí dinero. Una vez me había preparado el pedido, cogí mi cucurucho y le pagué.

-Gracias-dije alegre y con energía. Me di la vuelta y miré las mesas. Todas estaban ocupadas y no me apetecía comerme el helado de pie o paseando. Miré a la chica que había salido corriendo.

Me acerqué a ella y sin pedir permiso me senté en la silla que estaba enfrente suya pero al otro lado de la mesa.

-Hola-dije alegre y cantarina. Tomé un poco de mi helado.-¿Qué tal?

Estaba sentada comiendome mi helado hasta que una chica se sentó en la misma mesa que yo. Hola-me dijo la chica muy amable, ¿que tal?-me dijo. Y yo muy educada le dije: Hola, yo estoy muy bien, gracias por preguntar, ¿y tu?

En lo que aquella chica me contestaba volví a tomar algo de mi helado. Estaba muy rico, no me arrepentía de haber venido.

-Pues muy bien. Estaba aburrida a más no poder, pero este helado ya me ha alegrado la tarde-dije mirándola y sonriendole amable.

-¿Qué te trae por aquí?-dije con curiosidad.

-Pues nada-dije yo
-En mi casa tenía mucho calor-le expliqué.
-Además, todos los días vengo a tomarme un helado.
La miré a los ojos
-¿Y eso? ¿Por qué estabas aburrida?-le pregunté.

-¿Todos los días te comes un helado?-dije sorprendida. me resultaba difícil de creer viendo la figura delgada y bien cuidada que tenía.

-¿En serio?-dije aún sin terminar de creérmelo-Pues vaya qsuerte que tienes-dije con cierta envidia. Sonreí.

-Pues porque no había quedado con ninguna amiga mía y no había nada en mi casa que me entretuviese-le contesté. Volví a tomar un poco de mi delicioso helado.

Ahh, ok, te entiendo-dije. Gracias por el cumplido, tu tambien tienes una buena figura, ¿eres modelo?-le pregunte con una sonrisa en la cara.

-Gracias-dije sonrojandome un poco.
-Pues no, voy a la acedemia de ninjas.-tomé de mi helado. me encantaba el dulce de leche. la miré.
-¿Tu vas a la acadmeia? ¿O vas a la escuela normal?-pregunté curiosa.

- Voy a la escuela normal- le dije.
- Pero me estoy pensando apuntarme a la academia de ninjas- respondi con dulzura.
-Me han recomendado esa escuela, me han hablado muy bien de ella- conteste - ¡Ojala nos toque en la misma clase! - dije con felicidad.

Reí y tomé un poco más d emi helado.
-¿Y qué te han dicho?-dije curiosa.
-Bueno, ¿cuántos años tienes?-dije mirándola-Y a todo esto... ¿Cómo te llamas?-dije recordándo que aún no nos habíamos presentado.

Pues de momento me han dicho que empiezo el lunes,tengo 17 años y me llamo Sheila- dije riendome contestando a la vez todas sus preguntas.
¿Y tú cuantos años tienes,y lo más importante,como te llamas?- pregunte de la misma forma que ella me hizo las preguntas.

-¿El lunes?-reí-Yo acabé hoy. Sólo queda de clase el lune sy el martes asíq ue paso de ir-dije riendo. Tomé de mi helado.
-Pues me llamo Tobari-la miré inquisitiva.
-¿Cuántos años me das?-dije sin responder aún a su pregunta.

Mis ojos se volvieron rosas.

-Pues..más o menos te doy unos 15 o 16 años- dije intrigada.
-Yo en tu lugar tampoco iría a clase, pero quería decir que el lunes voy a visitar las instalaciones y eso- dije corrigiendome.
Y Mientras se lo decia sus ojos se volvieron rosas.

-Pues tengo 14-dije sonriente-No nos tocará en la misma clase-dije riendo un poco. Volví a comer de mi helado.

-¿Y eres del pueblo? ¿O llegaste nueva?

- Soy del pueblo, pero,ahora que me doy cuenta, nunca te habia visto por esta heladería- dije extrañada.
-¡¿14?!- dije alucinada. Yo pensaba que tenías más, no estoy diciendo que seas viejas, sino que creía que tenías más edad- dije todavía sin poder creérmelo.
Bueno, ¿ y las clases en la escuela de ninjas sn buenas?- dije intrigada.

-Esque yo si soy nueva-dije riendo.
-Sí, 14. Mucha gente reacciona como tú-dije recordándolo.
-Pues depende de con qué clases se comparen. Si se comparan con las de mi escuela anterior, son buenísimas.-reí y tomé de mi helado. me quedab poco.

Mis ojos se volvieron naranjas.

Bueno, no pasa nada. Si quieres puedo enseñarte la ciudad. No me importa, tengo tiempo-le dije mientras la miraba a los ojos.
Y según la miro a los ojos veo que le vuelven a cambiar de color,estoy sorprendida y asustada a la vez.

-Ya la conozco más o menos-le contesté amable-Pero encantada-dije sonriente y contenta.

-¿Y tienes novio?-pregunté pillina alzando una ceja.

-Pues no, la verdad es que no- dije amable
-Es que mi madre no me deja, además, no estoy desesperada por tener novio, asi que..- le dije mientras saboreaba lo que me quedaba de mi helado.
-¿Y tú tienes novio?- dije yo con una mirada picara y con una pequeña sonrisa.
Ahh,por cierto,me e fijado que tus ojos cambian de color,¿como lo haces?-dije un poco asustada y esperando que no le molestara la pregunta.

-¿Tienes 17 años y tu madre no te deja tener novio?-aquello me olía a mentira.

Mis ojos se volvieron amarillos.

-Pues novio novio no. Pero un rollo por ahí sí-dije aún desconfiada de lo que había dicho.

-Sí, me cambian de color. es natural en mí. Pero no sé cómo lo hago. Simplemente me cambian-dije encogiéndome de hombros.

- Natural, pues que yo sepa en mi vida semejante cosa es natural- dije entre risas.
- A mi me pasa lo mismo, pero como tengo los ojos marrones oscuros, cuando me da el sol se me ponen claros, no de colores- dije riendome.

Reí.
-Mis ojos son azules, pero cuando me cambian se me pueden poner ámbares, nergos, rojos, verdes, rosas, amarillos, naranjas, violetas, grises y marrones.-dije pensando en los colores que almenos había llegado verme.

-¡Vaya!- dije yo asombrada

-Si pudiera tener tus ojos, ¿me los regalas para por navidad?- dije riendome a carcajadas.

-¡Claro!-dije siguiéndole la broma-¿Qué color quieres?